DIVORCIO CUESTA
ABAJO
No todos los divorcios son un suplicio, los hay que no
entrañan dificultad alguno ni desde el punto de vista legal, ni sobre todo
desde el punto de vista de los cónyuges, que es donde cabría esperar las
mayores dificultades, al menos si se pretende resolver el divorcio de mutuo
acuerdo, pues recordemos que el divorcio suele darse como consecuencia de un
conflicto.
Por increíble que parezca, existen los casos de personas que
se divorcian siendo más que amigos buenos amigos, e incluso se llevan mejor que
cuando estaban casados.
Son casos inauditos, pero se dan cada cierto tiempo, y uno
se pregunta cómo será posible, de qué extraña materia estarán forjados para
resolver sus diferencias de un modo semejante.
Los divorcios más sencillos son aquellos en los que no hay
liquidación de bienes ni hijos menores, lo que hace que realmente haya poco
sobre lo que discutir más allá de los reproches personales que los cónyuges
guarden entre sí.
Si para culminar el engranaje judicial funciona
perfectamente engrasado, y haciendo el divorcio de mutuo acuerdo (cuando hay
buena relación y no existen puntos de conflicto no cabe esperar otra opción),
puede decirse que el divorcio va cuesta abajo.
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